El 60 por ciento de los viajes comienzan en un motor de búsqueda, principalmente Google, aunque sólo el 37 por ciento acaba reservándose a través de una plataforma online. De esas reservas, el 25 por ciento se realizan a través de OTAs y sólo el 10 por ciento son compras directas.
En el marco de la feria ITB de Berlín se celebró un panel en el International Hotel Investment Forum, para tratar de abordar el reto de la distribución y examinar las estrategias de ventas de los hoteles.
“Mientras los usuarios creen que están consiguiendo el precio más bajo, las OTAs están ganando una fortuna a costa de los propietarios”, afirmó Terri Scriven, responsable de Hospitality de Google. Los hoteleros prefieren generar ventas en sus propias plataformas online, para ahorrarse la comisión –en ocasiones muy elevada- que les imponen los buscadores.
Por su parte, el vicepresidente de marketing de Marriott, Osama Hirzalla, apuntó que la clave está en “entender los costes de cada canal y su rentabilidad. Trabajar con OTAs puede aportar más beneficios, siempre que se sepa cómo hacerlo para obtener rentabilidad del negocio”.
Cyril Ranque, presidente del servicio de hospedaje de Expedia, reconoció que no podrían existir sin los hoteles asociados. Las OTAs pueden resultar beneficiosas para hoteles independientes que no tienen grandes presupuestos de marketing y comunicación, puesto que Expedia, sólo en 2015, destinó 3.500 millones de dólares a estrategias de marketing.
De su lado, Peter Verhoeven, director para Europa, Oriente Medio y África de Booking.com, apuntó que “la mitad de transacciones en los móviles se hacen 48 horas antes de la fecha de la estancia”.